El cambio de Crystal Renn es evidente. Hace unos meses su carrera de modelo subía como la espuma debido a la fat-fashion y ahora, tras finalizar esta efímera reivindicación de las curvas, no sabemos si por estrés, cuidado personal o trabajo, la "gracia" de nuestro tiempo se adapta a la demanda. Confirma encontrarse en una talla 38 y estar bien con su cuerpo cuidando su alimentación y ejercicio con yoga y meditación.
Esperemos que este cambio repentino no vaya a más y que, en esta ocasión, sepa controlar su desorden alimenticio. Porque, ¡queremos seguir viendo curvas! y verificando la igualdad
MODA= SALUD.
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