Mejores vestidas: Victoria Beckham

A pesar de mi furor adolescente por las Spice y en concreto por la "posh" Victoria (parecía ser la más elegante del grupo, aunque con el paso del tiempo una se da cuenta de que tampoco era un hecho difícil de liderar) hoy, mi opinión dista mucho de aquella estapa. Tras "conocer" mejor sus propuestas, forma de ser y trayectoria de la "it girl" confieso que mi antena receptora no es completamente objetiva a la hora de juzgar su outfits.
La extravagancia y la necesidad de llevar lo más "in" del momento no significa elegancia y título de embajadora de la moda. Sin embargo, para muchos, estos cuatro elementos sí son sinónimos entre sí (gustos colores). En este caso, estoy de acuerdo. Últimamente Victoria es la mejor defensora de su colección, y una de las celebrities que mejor los luce.

Victoria lleva un vestido de su colección otoño 2010 combinado con unos zapatos en tono nude de Brian Atwood.
El acto requerido para este outfit es la presentación de su colección de vestidos en un show privado en la boutique TsUME en Rusia.
La sencillez y elegancia vuelve a ser protagonista en este encuentro, otorgándole una inusual naturalidad y tranquilidad a la cantante.

Estos posts me llevan a pensar en un debate que se produjo el año pasado en TVE, con motivo de la emisión (que se volvió a emitir este sábado) del documental de Balenciaga.
David Delfín, junto con otros conocedores del sector participó en su visión sobre la moda y su trayectoria. En una de sus intervenciones remarcó que los valores atribuídos al vestido no existen. Es la mujer quien da esa personificación a lo que lleva puesto. Para él, no existía un vestido elegante, sino una mujer elegante.
Respecto a mí, siempre he sido defensora de este pensamiento, no entendiendo en muchas ocasiones como bloggers otorgaban tal categoría a celebrities que no merecían poseer dicho título.
Tras hacer esta recopilación semanal, mi visión se vuelve borrosa.
¿Será la circunstancia la dueña de tal mención? ¿O hay dos tipos de mujer: quién nace con la elegancia y quién disfruta de esos "15 minutos de su fama"?

¡Aha! Parece que ya tengo respuestas a mis reflexiones nocturnas. No todo lo que reluce es oro: