El contrato da derechos de imagen durante ocho años a la tenista. Además, esta diseñará una línea de vestidos deportivos de las que obtendrá su respectivo porcentaje.
El éxito profesional y publicitario llama a la puerta de esta joven rusa. ¿Seguirá sonando el timbre cuándo decida ponerle fecha a su intrusión en la moda?
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