Los grises, azules, granates y negros mates son los colores que han predominado en la colección.
Mucho vestido, medias, dos piezas, faldas tubo hasta la rodilla y minis completan los looks.
Los detalles han sido el verdadero nexo de la historia: gorros de ala con trenzas azules se entrelazan con la vestimenta a modo de collares, peinados o mera decoración.
Los tirantes también han sido protagonistas, su utilización deja de pasar desapercibida para ser una prenda exterior. Aparecen cruzados en el pecho y en forma uve por detrás.
Los puños rememorando el estilo beau brummel son lo único llamativo del desfile. Una llamada a la colección de invierno 2009 de Chanel pero en versión grisácea y con añadido dorado en su centro.
Conclusión: no entendemos qué hacen "los de la 080" en Barcelona y los del Ego en Cibeles...
No hay palabras.
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